José Andrés: "Nuestro futuro depende de que el mundo se alimente mejor"
"Hay demasiada hambre" y "mucho trabajo por hacer"
"Nuestro futuro depende de que el mundo se alimente mejor", ha afirmado este viernes el chef José Andrés, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021, quien ha advertido de que aún "hay demasiada hambre" y "mucho trabajo por hacer".
Durante el acto de entrega de los galardones que llevan el nombre de la heredera de la Corona, que ha recibido por su labor al frente de World Central Kitchen (WCK), el cocinero ha incidido en su discurso -"con un culín de sidra sería más fácil", ha bromeado al tomar la palabra- en que la urgencia de alimentar al planeta "con esperanza" y de "construir mesas más largas".
"El mundo tiene ante sí un camino mejor si llegamos a comprender y a hacer nuestro el poder de la comida", ha puesto de manifiesto el asturiano, afincado en los Estados Unidos, donde ha levantado un imperio gastronómico.
José Andrés ha afirmado que se puede salvar el medio ambiente y tratar de acabar con el hambre dejando de desperdiciar el 40 por ciento de los alimentos que se producen.
También ha explicado que se debe mejorar la salud y ahorrar dinero si a diario se proporciona a los niños y personas mayores comidas nutritivas y sanas, a la vez que se ha mostrado convencido de que se puede llevar la estabilidad y la paz a distintas partes del mundo, pero solo si primero se asegura "que las familias tienen alimento en la mesa".
El cocinero ha relatado la historia de la ong que lidera desde hace once años, organización que "da de comer a los hambrientos y alienta a las comunidades gracias al poder de la comida" y que ha realizado misiones de ayuda en más de una decena de países.
"Hemos actuado en huracanes, tsunamis, incendios forestales, terremotos, volcanes y la pandemia, proporcionando más de 60 millones de comidas", ha asegurado.
Según ha recordado, tras su llegada a Washington donde hace casi treinta años abrió su primer restaurante, se dio cuenta durante un trabajo como voluntario que "la gente no quiere nuestra limosna, quiere nuestro respeto".
"La humanidad, las personas sin voz y sin rostro, esas personas que parecen sombras en la niebla necesitan a personas que las cuiden", ha apuntado un hijo de enfermeros a los que vio, como han hecho los sanitarios durante la pandemia, sobrepasar los límites del deber para ayudar a los demás.
José Andrés también ha asegurado sentirse un "inmigrante del mundo", un colectivo que "construye puentes" y entiende que no se deben levantar "muros más altos que nos mantengan separados".
En su discurso, el cocinero ha tenido un especial recuerdo para la gente de La Palma, "que no debe ser olvidada en este momento", una isla a la que se ha desplazado su organización y a la que donará la dotación económica del Premio Princesa de la Concordia.